Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

viernes, 29 de noviembre de 2013

Gata en tránsito, de Teresa Iturriaga (Reseña nº 429 bis)



Teresa Iturriaga Osa
Gata en tránsito
Ed. Alhulla 2011




La trayectoria literaria de Teresa Iturriaga es muy amplia, aunque, en estos momentos, lo que tengo ante mí, es tan solo uno de sus trabajos: Gata en tránsito. Una composición de veintitrés poemas en los que la autora plasma su estilo magistralmente. 

Conozco los rasgos de Teresa desde hace poco más de un año. A través de la red conecté con sus versos que leo casi a diario, cuando su tiempo le permite compartirlos con nosotros. Sin embargo, tuve que esperar bastante para poder obtener este librito, tan ligero en cuanto a volumen como rico en lo que a su contenido se refiere. La espera, así como mi insistencia, valió la pena.

Ya desde la nota previa al poema, firmada por la propia autora, se pone de manifiesto la calidad de su prosa. A través de estas palabras de introducción nos habla de su concepto de poesía y de la vinculación de ésta con los diferentes aspectos de la vida: […] sin poesía, se acabarían las espumas y las ceremonias de delfines, se suicidarían las gaviotas en filas de tres en tres, los erizos perderían sus alfileres por la arena de la playa de las Canteras al mezclarse con las inmundicias urbanas y nuestros jóvenes ya no soñarían con la mejor ola del mundo […]

Personalmente, me gusta su forma de escasa adjetivación, y el modo en que respira la vida y le canta al poema. Pero la tristeza también es vida, como lo es el desarraigo, la alegría y la esperanza. Y por esa vida transita y se entrega esta autora, mallorquina de nacimiento y canaria de adopción, que desliza su mirada desde las primeras luces del alba hasta la llegada del ocaso, en que la pasión cede su instante al sosiego.

Siguiendo mi costumbre, he leído varias veces cada uno de los poemas de Gata en tránsito y, como siempre, paso del primero al último y de éste, nuevamente al primero o al de las páginas centrales. Tengo la certeza de encontrarme ante una escritora de poética piel; una piel bañada por los azules de tres mares diferentes, una piel, cuya muda más atractiva es aquella que deja al descubierto la gran belleza de su verbo; y bellas son, sin duda, las palabras que ilustran este librito del que transcribo las siguientes:

«A mi regreso buscaré entre tus brazos un lugar
para llorar la soledad de mi piel,
un arenal donde nadar en remolino hasta el orgasmo.

Me besaste en el puesto de control
y unas gotas de Te quiero al borde mi nuca
inflamaron el vuelo del deseo para no irme
con nadie más que contigo.

Y ahora…
te extraño…
Sabes que no me sirve de almohada cualquier cosa.»



Lola Estal

1 comentario:

  1. Lola... Muda y emocionada, así me he quedado. Gracias por tus palabras sinceras, ya sabes que no me sirve de almohada cualquier cosa... y tú hoy eres para mí un cojín de Madrás.

    Teresa Iturriaga Osa

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