Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

lunes, 31 de diciembre de 2012

Umbilical, de Luis Luna


Título: Umbilical


Autor: Luis Luna
Género: Poesía

Año Copyright: 2012

"La poesía de Luis Luna se ha caracterizado hasta fecha reciente por la búsqueda de la levedad, la transparencia y una expresión de la experiencia poética muy ceñida, que no es, por supuesto, voluntaria, intencionada, sino necesaria y realmente sentida. Se vale, no exactamente de las menos palabras posibles, sino de las necesarias, que surgen de manera fluida y natural. Versos que brotan en un presente que queda fijo en el poema. Los giros y sorpresas que nos deparan los versos y las aparentes contraposiciones de las que sale la luz, abren al sorprendido poeta nuevos espacios. Luis Luna percibe la incapacidad de las palabras para expresar por sí mismas lo inefable, y les da la vuelta. Como escribió en anterior ocasión: «Aquí / la luz recibe nombres / que exceden / el lenguaje»".

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Alma

Entró en el bar y se desplomó en la primera silla. Estaba yendo a encontrarse con Alma por última vez y necesitaba beber algo fuerte. El mozo se acercó y le pidió un whisky doble y un café, doble también.
Se preguntaba, después de veinte años, quien era Alma realmente. Cuando la conoció él había llegado recién del interior, no tenía donde vivir y ella le ofreció su departamento diminuto y alegre que tenía un balcón desde donde se podía ver la plaza de Talcahuano y Córdoba.
Alma lo ayudó a escaparse sin pagar del hotel donde estaba viviendo, él no tenía trabajo y estaba arruinado. Ella lo ayudó a establecerse sin pedir nada a cambio. En esa época, Alma trabajaba como promotora de ventas para un laboratorio de cosméticos, había vuelto de Europa hacía seis meses, donde vivió cinco años. Era culta y refinada, con un práctico criterio de realidad que él no tenía. Sabía cómo organizarse y sobrevivir en aquella vorágine llamada Buenos Aires. Hablaba poco de sí misma. Aunque él estaba convencido que ella era un caso de personalidad múltiple, bipolaridad o esquizofrenia, ¿Por qué no?, la psiquiatría ofrecía una serie de diagnósticos que su mente, simple y generosa, apenas conseguía enunciar.
Él no era Alma, bondadoso de corazón abierto, sabía ganar amigos donde quiera que fuese. Alma tenía aristas y tal vez un pasado difícil. Cuando la conoció estaba sola, con una familia especial que sólo la llamaba para pedirle dinero. A él no le importó ni el pasado ni la familia de ella. Bien podía ser escritora, bailarina ó vendedora ambulante en una línea de colectivos, que a él no lo hubiera importado. Sólo tomaba de ella su espíritu aventurero que lo embarcaba y lo sacaba de las situaciones más locas, absurdas y peligrosas que pudiesen vivir. Como aquel día en que estaban bailando en el restaurante griego y un par de borrachos se pusieron pesados pasando de la danza alegre a la pelea agresiva. En ese momento Alma pasó de la soleada Acrópolis a una discusión callejera en el West Side Story, lo defendió y lo cubrió hasta llegar a la salida del lugar donde tuvieron que correr hasta quedar sin aliento.
¿Quién era Alma?
Una vez llegó a casa y la encontró con los ojos enrojecidos, la miró queriendo preguntarle que había sucedido. Ella respondió - Me acordé de esa frase…No nos une el amor sino el espanto-. Sin decir más, se levantó y comenzó a ordenar la casa.
En este último tiempo viajaba por trabajo. Era representante de un laboratorio de productos naturales de San Pedro, en la provincia de Buenos Aires. Permanecía allá tres o cuatro días de la semana. Él no le hacía preguntas, dejó de tener esa costumbre. Sólo le interesaba que ella llegase y lo encausara en la rutina como una madre que mece la cuna adormeciendo a su hijo.
¿Qué sentía Alma?
Difícil de saber. Permanecía distante y callada la mayor parte del tiempo que estaban juntos. A veces la sorprendía manteniendo un diálogo con un interlocutor imaginario. Después de todo, ¿Quién no tiene un amigo invisible al que le confiesa sus secretos?
¿Qué sucedió con Alma?
Miró el reloj, eran las cinco de la tarde, tenía que apresurarse. Pagó y salió del bar. Comenzó a caminar por Córdoba derecho hasta Junín. Tenía que caminar sólo cuatro cuadras pero hubiera querido que fuesen más. Sintió que su vida se hundía en cada paso que daba. Una sucesión de recuerdos aparecieron en su mente como un film sin editar. Era tarde, no sabía cómo volver atrás, ahora debía enfrentar los hechos.
Encuentro con Alma
Atravesó el patio de la Morgue Judicial. En la recepción se identificó: soy Felipe Antonelli y vengo por Alma Vázquez.
El guardia levantó el intercomunicador, lo anunció y dijo – Pase señor, el inspector lo espera en la sala. Otro guardia lo acompañó hasta la puerta donde había una placa que decía Jorge A. Benítez –Inspector.
Benítez lo recibió de pie, al costado del escritorio, estrechó su mano y rápidamente agregó: -Por favor, tome asiento, necesito hacerle unas preguntas, ¿quiere un café? Él asintió con la cabeza.
Benítez inició el diálogo – ¿Usted conocía un tal Julio Aznar?
-No, por qué, ¿tendría que conocerlo?
El inspector lo observó perplejo y respondió – No siempre sabemos todo de todos, a veces llegamos a convivir con alguien, y un día, de la noche a la mañana nos despertamos y descubrimos que pasamos años con un desconocida ó desconocida.
Felipe impaciente replicó – ¿Adonde quiere llegar, que me quiere decir? Yo estoy aquí por mi mujer, que según me informaron, sufrió un asalto, se resistió y fue muerta por el ladrón.
-Ella fue muerta sí, lo del ladrón… tendré que aclararle… Ante todo quiero decirle que esto no será fácil para usted – Benítez continuó – Según relato de Aznar, que confesó, él y su mujer se conocieron hace más de veinte años, cuando ella era bailarina y él estaba de paso en Buenos Aires participando de una exposición de fotografía. Se enamoraron, él permaneció un tiempo viviendo aquí. Luego volvió a España. Se comunicaban esporádicamente, hasta que ella viajó para instalarse en Europa. Vivieron juntos cerca de cinco años. Un día, de la noche a la mañana, ella se fue, lo dejó. Él no supo por qué. Hace tres años volvieron a encontrarse, alquilaron una casa en San Pedro, provincia de Buenos Aires. Su mujer permanecía allí tres o cuatro días de la semana. Aznar le pidió que viviese con él. Parece que ella no quiso. La relación comenzó a estar tirante entre ellos, discusiones, escenas, etc. Ella comenzó a distanciarse. Él sintió que volvía a dejarlo. No lo soportó… y el resto de la historia ya la sabe.
Cuando el inspector concluyó el relato, él estaba pasmado, con las manos heladas como si el muerto fuese él. Alcanzó a balbucear si podía verla. Benítez llamó a un guardia para que lo acompañara.
Al salir de la sala, vio, detrás de una puerta de vidrio, a un hombre de alrededor de cincuenta años, cabello grisáceo y con las manos esposadas. Lo miró fijo y en su mirada había desesperación, abatimiento y una pregunta… ¿Quién era Alma?… 
 
Nora Ibarra, nacida en Buenos Aires, vive en Brasil desde hace doce. Psicopedagoga, trabaja como profesora de español. Actualmente escribe, además de cuentos y poesía, una novela sobre su experiencia en Brasil. Podéis encontrarla en facebook y en su bitácora.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Homenaje a Mari Trini

Francisca M. Usero
Por ti, mujer
Murcia, 2010

Francisca Martínez Usero publicó este homenaje a Mari Trini en 2010, con la colaboración de la Asociación Cultura y Mujer y otros organismos y empresas que pueden leerse en la segunda página.

Un libro disco que me regaló personalmente su autora, una tarde de noviembre pasado en Guanábana Jam y que desde la portada, desde el título, "Por ti, mujer" es preciso en lo que pretende, al nivel que le permite su poesía y su música, paliar la deuda que la Región de Murcia tiene con la cantautora nacida en Caravaca de la Cruz y que nos abandonó en su casa de Altorreal, en Molina de Segura.

Unos cincuenta poemas en homenaje a María Trinidad Pérez de Miravete, una mujer que marcó la juventud de toda una generación y que, personalmente, tuve la suerte de conocer en La Alcayna, una fecha ya demasiado lejana en el tiempo.

La autora de "Yo no soy esa" y otros muchos éxitos, encuentra en los poemas, en la voz y en la música del CD que le acompaña, un merecido homenaje.

Francisco Javier Illán Vivas

sábado, 29 de diciembre de 2012

No son reales, pero sí verdaderos

Alberto Fortes
Memorial de a bordo
El Cobre Ediciones, 2003

Alberto Fortes nos escribe sobre barcos literarios y no de literatura marina, y en el proemio nos insiste en esa idea "quisiera reincidir en este asunto con el ánimo no de ser pesado..." sino para explicar las razones por las que lo hace sobre lo primero y no sobre lo segundo.

Un ejemplo claro para que conozcamos qué vamos a encontrar en este libro, que volví a releer hace unos meses, es la goleta Demeter, que tendría pocas posibilidades de ser "incluida en un canon de literatura marina, aunque sí entraría, y con pleno derecho, en uno de barcos". ¿Qué o cual es esa goleta? La embarcación en la que Drácula arribó a Whitby, en Yorkshire, Inglaterra. ¡Y la que se ha movido, escrito y filmado desde entonces!

Este libro nos trae aromas marinos, lugares míticos, leyendas y realidades. Lugares que no existe, y otros que existen, y los que no, deberían existir. Como tan reales en nuestra memoria cultural están el Pequod, Grampus, Clorindal, Hispaniola, Argos, Nautilius, Narcissus, Esperanza... lo dice el autor, "no son reales, son indudablemente verdaderos".

Y en ellos navegaremos en ese "mar, el mismo y único mar, tenga mil caras, mil colores, mil tonos de azul y de verde y de gris, mil grados de luminosidad en cada rincón del planeta..."

Así que dispongámonos a navegar, a empuñar el gobernalle, a bracear las vergas... y con todo el trapo desplegado sentir sobre nuestro rostro los vientos del mundo, porque únicamente en el mar, cada uno de esos vientos tiene su propio nombre.

Francisco Javier Illán Vivas

viernes, 28 de diciembre de 2012

Concepción Miralles, luz de muchos

Isabel Ascensión Martínez Miralles
Concha de luz
Murcia, 2011
Prólogo de Soren Peñalver

Hace ya meses que leí el poemario de Isabel Ascensión, Concha de luz, que dedica a su "madre en este mundo", como ella puntualiza, convirtiéndola en única protagonista de los cuarenta y cuatro poemas que lo integran, en una unidad de homenajear a quien, para ella, se podía definir en tres palabras: servicio, alegría y generosidad.

Siguiendo la línea que marca Soren Peñalver en el prólogo, diré que aquella primera lectura fue como ese viento del desierto, que siempre corre de la montaña hacia el mar, desde el libro hacia el lector.

Pero algo ha ocurrido seis meses después, seis meses exactos, y, como si nos hubiésemos trasladado a vivir desde el desierto a Japón, cuando el sol cruza el ecuador hacia el Norte, el viento siempre sopla desde el sudoeste hacia el continente, desde este lector hacia el libro, y entonces el poema y el lector ya no se relacionan como en obediencia absoluta que marca la primer lectura, sino que la relación entre poesía y lector es como si participaran de una vida común.

En Concha de luz, la autora nacida en Los Ramos, Murcia, nos entrega un libro de amor y respeto, poesía libre que convierte a Concepción Miralles Carrillo en protagonista permanente, versos sinceros, salidos del alma y el respeto hacia ella.

Desde que leí Cogiendo mariposas, de mi buen amigo Manuel Aparicio Burgos, no había vuelto a leer un libro con tanto amor hacia una madre.

Francisco Javier Illán Vivas

jueves, 27 de diciembre de 2012

Nuevo caso de violencia de género y otros relatos, de Juan Vivancos Antón


Título: Nuevo caso de violencia de género y otros relatos


Autor: Juan Vivancos Antón
Género: Relatos

Año Copyright: 2012

Este libro contiene relatos, relatos breves y microrrelatos entre los que destacan "Nuevo caso de violencia de género" que fue declarado ganador del IV Concurso de Relatos "Cerca de ti" organizado por la Editorial P.R. Ediciones de Madrid en 2012, "La Princesa Zaida" que fue declarado ganador del II Concurso de Relatos "La Cesta de las Palabras" en A Coruña en 2011 y "La fiesta azul de San Antón" que fue declarado ganador ex?aequo en el II Certamen Literario Ciudad Galdós de Relato Breve en Las Palmas en 2011.

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Acantilados de papel, versión digital, se publicará en Calaméo

La versión digital de Acantilados de papel se publicará en el sitio de Calaméo, y la hemos enmaquetado en la misma versión que si fuese a ser impresa, para quien desee descargarla e imprimirla.

Esperamos que el día 2 de enero esté en red.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

La primera corona, de Alexander Copperwhite


Título: La Primera Corona


Autor: Alexander Copperwhite
Género: Misterio

Año Copyright: 2012

En el año 66 d.C. Judas de Galilea encabezó un alzamiento contra los romanos y reclamó el reino de Judea. Fue entonces cuando decidió enviar a su hombre de confianza en busca de la reliquia con la que sería coronado rey. La primera corona.
El joven Daniel se enfrentará a sus valores y descubrirá una verdad oculta entre los misterios y las leyendas. Desde lo más profundo de los callejones romanos, hasta los más recónditos lugares de Judea, la aventura por descubrir la procedencia y el poder de la ansiada reliquia cambiará su manera de ver las cosas y comprenderá que todos somos participes de la historia? de una forma u otra.

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Cuarto avance de Acantilados de papel nº 1



Seguimos adelantando los contenidos del nº 1 de Acantilados de papel, que estará en red a partir del 2 de enero próximo.

La imagen superior es uno de los proyectos de portada que nos propuso María José Villarroya Durá

Poemas de muy diversos autores y autoras y de muy variada procedencia: Ulises Varsovia, desde Suiza; Beatriz Villacañas, de Toledo; Teresa Iturriaga Osa, desde Las Canteras; Luis Miguel Rubio Domingo, de Benidrom; Adal Marquez Hernández, de Gerona; Alfonso Vila Francés, de Valencia; José Martínez Giménez, de Las Torres de Cotillas; Gema Borcardo Clavijo, de Madrid; Jesús Coronado, de Alicante, Javier Gaitán Gaitán, desde México; María Ángeles Ibernón Valero, de Cehegín; María José Bernal, de Alguazas; e Isabel Ascensión Martínez Miralles, de Los Ramos.

Dentro de la sección poética, una nueva sección de poesía en versión origial, con Guillaume Decourt, desde Francia.

Los anteriores avances podéis consultarlos pinchando AQUÍ1AQUÍ2 y AQUÍ3.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Atenazado ante la desolación de la vejez

Yasunari Kawabata
La casa de las bellas durmientes
Orbis, 1983

He leído más de una vez la novela de Yasunari Kawabata, y sigo disfrutando de su genialidad al contar y entrelazar las historias dentro de la historia, convencido de que la gran mayoría de los desconocidos lectores de estos Acantilados ya saben de las aventuras de Eguchi, japonés de 67 años que acude a una casa donde jóvenes y bellas mujeres duermen narcotizadas para placer de sus ancianos visitantes.

"Hay una casa donde duermen a las mujeres para que no se despierten, de esa forma no dice nada ni oye nada, y con ello, lo oía todo y lo decía todo a un anciano que, para una mujer, había dejado de ser hombre".

Ese efímero placer con una joven desnuda es un consuelo donde, los clientes de tan especial lugar, podían encontrar la desaparecida felicidad de estar vivos.

Porque a la Casa de las bellas durmientes se acudía cuando la desesperación de la vejez resulta insoportable para quienes ya no tienen ni recuerdos.

Eguchi, a diferencia de otros clientes, no es un anciano cercano a la muerte, a él los recuerdos le seguían pareciendo- y siendo- jóvenes y sentir el calor de un cuerpo "joven y fresco tendido a su lado" le despertaba recuperar tales recuerdos de una juventud lejana.

Aquí está la maestría de la novela de Kawabata: las historias dentro de la historia, mientras gozamos con Eguchi la desaparecida felicidad de estar vivo, descubriremos- porque esta sociedad nos lo ha hecho perder- que el sentido del olfato es el más rápido en evocar recuerdos, la fragancia de una boca juvenil o el ya olvidado olor a niño de pecho.

"Quizá fuera un consuelo melancólico para un anciano sumirse en recuerdos mientras acariciaba a una belleza a la que no lograría despertar".

Eguchi es un personaje que, a mi entender, forma parte de la más prestigiosa literatura universal. A él, más que a la soledad o a la tristeza, lo que le atenazaba era la desolación de la vejez.

"Un viejo vive en vecindad con la muerte".

Dijo García Márquez que esta es la única novela japonesa que le hubiese gustado escribir, y a la que en 2004 rindió homenaje con Memoria de mis putas tristes, y es que, aunque el autor japonés, premio nobel de literatura en 1968, no nos da respuestas concluyentes, sí que nos avisa de que "los viejos tienen la muerte y los jóvenes el amor, y la muerte viene una sola vez y el amor muchas".

Por eso, mientras viene, y cada vez que la fealdad de la vejez nos acose, ¿podremos acudir a la Casa de las bellas durmientes?.

Francisco Javier Illán Vivas.

sábado, 22 de diciembre de 2012

La poesía contamina

Julio Pavanetti
¡Atención! Puede contaminar
Editorial Germania, 2012
Ilustraciones de Silvia Viñao

Se acomoda bien las gafas y aguarda
con el verso entre los dedos
a que el quemante aliento del poema
rompa la parálisis y el silencio
a que le somete la dictadura
de los papeles en blanco.

¡Cuántos poetas, cuántas poetas, han sufrido la dictadura del papel en blanco! Leyendo el poemario más reciente de Julio Pavanetti, muchos, más de los que quisiéramos, nos vamos a ver reflejados en sus poemas, en lo que nos cuenta con la sinceridad de las palabras, convertidas, en esta obra, en principio y fin del mundo y, ella, la palabra, cuando nos mira desde la página- ya no está en blanco- tiene una pretensión clara: contaminarnos que, aquí, es lo mismo que influirnos.

Julio Pavanetti no nos engaña, no se nos presenta como estos políticos de hoy, con unas promesas para después hacer lo contrario, no. Él, desde la cubierta, avisa: ¡Atención! Puede contaminar.

A lo largo de mi ya provecta edad, he leído a muchos poetas, con cientos de ellos he comentado su obra, a otros muchos más les he reseñado su poesía y siempre sé que en casi todos los libros hay algo que trasciende, que quedan en la memoria- aunque también es justo reconocer que algunos libros no han merecido ocupar un sitio en mi biblioteca-. Estamos ante uno de esos libros que penetran.

El autor se nos muestra tal y como es, hay mucha sinceridad en los poemas que contiene ¡Atención! Puede contaminar. Desde el primer momento, Julio Pavanetti reflexiona sobre su poesía, y nos irá contando, a lo largo de los poemas sus motivos para escribir, cómo lo hace, cuando lo hace y por qué lo hace.

Estoy convencido de que con el objetivo de que le conozcamos mejor, nos irá desgranando qué poetas han influido en su obra, y así escribirá a Miguel Hernández, a Antonio Machado, a García Lorca, a Benedetti, a Alfonsina Storni, a Ángel González, a la vez que nos deja breves citas de otros, como Neruda, Szymborska, Jorge Manrique, Omar Lara...

Sí, he descubierto en esos versos mucha poesía en soledad, en el silencio de la noche, buscando en su yo más profundo, por que en él el poeta no nos va a mentir, sino que se ofrece, como decía unas líneas antes, con total sinceridad.

Descubrir a Julio Pavanetti ha sido, para este impenitente lector, un auténtico placer. Sé que varios de los poemas de este libro trascenderán, no se perderán en el océano de la poesía, sino que emergerán como islas y allí podremos encontrarlos.

Para finalizar este comentario de un excelente libro- qué pena de la errata de la página 111, pero se lo disculpamos a una editorial que apuesta fuerte por la poesía- me quedo leyendo Búscame II, posiblemente lo escojo por que le escuché recitarlo al autor en Benidorm, durante la presentación del libro. Y, también, porque si eso ocurre, quiero que me busquéis en ese poema.

Francisco Javier Illán Vivas

viernes, 21 de diciembre de 2012

La semilla del futuro, al respecto de Las flores del mal


La semilla del Futuro.
Un acercamiento a 
“Las Flores del Mal”, de Charles Baudelaire.

Léeme para comprender cómo amarme.”

Algunos libros proyectan tal influencia por su contundencia y repercusión que adquieren un carácter casi mítico. Acercarse a ellos puede imponer un respeto tal que frene a los lectores, en especial si se trata de poemas, considerados más complejos que la narrativa. Las flores del Mal ejemplifica este suceso.

Nos encontramos ante un poemario que integra la práctica totalidad de la producción lírica de Charles Baudelaire (1821-1868). Recibe la fuerza de su alma dispar y torturada, ligada siempre a su arte. De trayectoria vital tortuosa, repleta de rebeldes tropiezos y adicciones desconsoladas, de dandismo y bohemia, su figura nada entre las aguas de una época de fuertes imposiciones morales y sociales, no obstante, también lo fue de intensas ambivalencias y contrastes. No se le puede etiquetar a este poeta en una corriente de forma precisa (romanticismo, simbolismo, etc.) al igual que con otros autores que originaron una revolución estética y espiritual.

El volumen no está concebido como una mera recopilación de versos, sino como algo orgánico, vivo. Hasta alcanzar su versión definitiva recibió correcciones y añadidos, a veces recuperando textos prohibidos por la censura del momento. Se abre con una declaración de intenciones —el famoso Poema al Lector como burla retorcida de la clásica captatio benevolentiae—, para dar paso a un viaje iniciático que propone una estética rebelde, contundente y densa, dividida en siete apartados (cada uno bien podría suponer un libro en sí mismo). Representan etapas en las que el ego insumiso de la voz narrativa evoluciona en dirección a la Muerte.

Adormecer el sufrimiento en un lecho al azar”.

Ciertas constantes aparecen en todas las composiciones: un reflejo del alma del escritor, desubicado en una época en su ocaso. Siempre le encontraremos sometido a un hastío (el spleen; melancolía profunda), en su deseo de una Paz inalcanzable dentro de una sociedad falsa y mentirosa, en la que la Virtud no es tal sino una moral anquilosada e impositiva. Tales sentimientos le conducen a una búsqueda de nuevas experiencias, relacionadas con lo prohibido y lo amoral (también con el sufrimiento del que se entrega a un camino de perdición), y que chocan con esa ética inmovilista de convencionalismos e imposiciones apolilladas. Todo aumenta la sensación tanto del desarraigo como de desgarro emocional, consecuencia de la insatisfacción de sus deseos. No encuentra sosiego tampoco en los recursos heredados del romanticismo (ya gastados o normalizados, salvo la necesaria rebeldía). Sus propias ansias de ir más allá (una voracidad insatisfecha), le impiden serenarse y disfrutar de los placeres salvo por escasos momentos, destellos muy breves.

Se debe aclarar que el Mal, en este libro, es un concepto que supera lo evidente (esa clásica senda del demonio) en dirección a un canto a la libertad. Conlleva tanto la introducción de nuevas ideas y conceptos revolucionarios (éticos, sociales) como la ruptura de los convencionalismos. El hombre del Bien suele estar equiparado a una persona sometida e ingenua, un cordero incapaz de apreciar el mundo en su pluralidad y totalidad, en toda su contradicción. Esa ambivalencia será otra de las recurrencias: el autor admite que se entrega al Mal porque sufre, y eso aumenta a su vez el dolor y el ímpetu tanto de su insatisfacción como de verse redimido y castigado.

La adorada primavera despojada de su aroma.”

Descubriremos asimismo la dicotomía en imágenes y símbolos, en el propio lenguaje. Se emplean unos versos limpios, cuidados, de marcado carácter clásico, si bien introduciendo de forma rebelde y muy hábil conceptos y palabras (incluso de otros idiomas) no aceptados por la rígida tradición poética de la época. Cabe destacar su profundo valor simbólico y dual. La mujer, por ejemplo, es retratada como tentación voluptuosa, un fruto del infierno que impulsa al disfrute y despoja al hombre de voluntad. Sin embargo, a la mañana siguiente, se eleva sobre las brasas frías del placer como esa Venus etérea y clásica; una imagen indisociable tanto del pecado como de la pureza. La descripción de los olores es otra de las recurrencias más llamativas, no sólo como mero recurso estilístico, sino como elemento trascendente, conectado con el mundo invisible y el alma de las cosas: todo posee un aroma característico.

Se combina, por tanto, una poesía accesible, en que la inspiración y el éxtasis (en ocasiones de carácter casi místico) nacen de lo cotidiano, de lo miserable y lo subversivo (de lo más humano). Reflejan una trascendencia, una epifanía de la Verdad que no es sino el destino último del acto poético (también de la Muerte): poner fin al sufrimiento. En estos poemas, aquello descastado y relegado a vivir escondido del ojo del convencionalismo representa lo único con poder suficiente para conmover al creador, equiparándose con la Belleza: la flor; personificación tanto de la esencia más selecta de los elementos como alegoría de que el Mal, aunque condenable y producto del sufrimiento, también puede ser cantado.

¡La muerte nos consuela, ay, y nos hace vivir!

En definitiva, se trata de un texto muy moral, pero de una ética renovadora. Propone, desde el dolor, una necesaria transformación en los preceptos tanto de la sociedad como de los convencionalismos y la vanidad que la acompañan (y perviven hasta nuestros días de crisis profunda). Una obra revolucionaria, cercana, de plena actualidad. Ha plantado semillas que siguen floreciendo (el realismo sucio, Bukowski, el malditismo) después de dos siglos, alimentadas por el abono del alma humana cuando toca fondo.

La voz de Charles Baudelaire habla no a los sentimientos, sino a algo profundo y telúrico que subyace en nuestro interior. Su lírica te envuelve, produce un deseo de continuar con el texto para volver a sus páginas una vez terminado, inspirando diferentes lecturas en cada etapa de la vida. Ningún lector debería privarse de esta obra, ¡aunque jamás haya leído poesía!
 
Fernando López Guisado

jueves, 20 de diciembre de 2012

Galatea de las esferas, de Rubén Castillo Gallego


Título: Galatea de las Esferas


Autor: Rubén Castillo
Género: Narrativa

Año Copyright: 2012

Galatea de las esferas. Enrique Saorín trabaja como conserje en un instituto. Tiene fama de ser un hombre arisco que odia a sus semejantes, escucha música japonesa, lee la Biblia y no goza de más compañía que sus
peces. Pero lo que nadie sabe es el conjunto de ciénagas que pueblan su alma: un padre autoritario, con el que no mantuvo nunca una buena relación; una madre que lo ha decepcionado con el paso del tiempo; una profesión que no le satisface... Y, sobre todo, un amor perdido. Una mujer que llenó de luz los años de su etapa universitaria y que terminó perdiéndose en el horizonte, asustada o cruel.
Una tarde, encontrándose a punto de cerrar las instalaciones de su centro de trabajo, se produce un incidente que dará un vuelco a su existencia. Enrique sabe que ha llegado el momento de colocarse ante el ordenador y contarnos su vida. Sólo así estaremos capacitados para entenderle.

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Poetas a Molina, una utopía que va cogiendo forma

Vegamediapress.com, con la colaboración de la revista literaria Acantilados de papel, prepara una gran convocatoria de poetas que será el inicio de cada temporada de Los martes de luna llena.

Ayer mañana, el director del diario digital, Jesús Pons, y el de nuestra revista, Francisco Javier Illán Vivas, se entrevistaron con Mariola Martinez Robles, concejal de cultura del Ayuntamiento de Molina de Segura, para informarle de un avance del proyecto y quedar para, en una futura entrevista, concretar los aspectos que convertirán a Molina de Segura en el centro de las miradas poéticas nacionales durante unas fechas del mes de septiembre de 2013.

Desde el pasado octubre de 2012 se está desarrollando, con éxito de público y de participantes, la programación del espacio literario musical Los martes de luna llena (que este año, y durante el último trimestre, se ha celebrado en jornada de lunes), cuya próxima cita será el martes 22 de enero, como siempre, en Guanábana Jam, un local unido indisoluble al nombre de Los martes de luna llena.

El coordinador del eventoy director de este sitio, Illán Vivas, en una idea que ya quiso poner en práctica en la etapa anterior de las citas literario-musicales de Vegamediapress.com, planea que el inicio de cada temporada sea una convocatoria de poetas, que con el tiempo está convencido tendrá repercusión nacional e internacional, y “cuya fuerza futura residirá en la creatividad de quienes vengan a darnos a conocer su poesía”, manifiesta convencido del proyecto.

Esta convocatoria se celebraría en septiembre, y, más concretamente, dentro de la programación de las Fiestas Patronales de la localidad, para que cultura, poesía y fiesta estén unidas durante las horas que dure la convocatoria y los recitales poéticos de todos los participantes.

El objetivo es escuchar poesía y hablar de poesía durante un día, claro que la duración dependerá de los invitados que respondan a la convocatoria, como mínimo cuatro horas, como máximo veinticuatro horas. Y todo integrado dentro de la fiesta popular.”, ha manifestado Illán Vivas.

Tras las fiestas navideñas, está previsto que el director de Vegamediapress.com y el coordinador del evento, entreguen un boceto a la concejal de cultura, Mariola Martínez Robles, y avancen en esa gran convocatoria poética de “Poetas a Molina”.

En la foto de Jesús Pons, Mariola Martínez y Francisco Javier Illán, en la feria del libro de Molina de Segura.

Tercer avance de Acantilados de papel nº 1



En este número, ya cerrado, contaremos con fotografías de Toñy Riquelme García e Ismael Murria Estal, muy apropiadas a los artículos que acompañan.

Relatos de muy diversos autores y autoras y de muy variada procedencia: Rosy Paláu, desde México; José Jiménez Fernández, de Molina de Segura; Cara Maeztu Redín, joven escritora desde Navarra; Alexander Copperwhite, de Las Torres de Cotillas; Fuensanta Vidal, de Cartagena; Ramón Zarragoitia, desde Vizcaya; Pedro Pujante, de Murcia; Rudy Spillman, desde Israel; Juan Felipe Galindo Márquez, de Colombia; y René de la Barra Saralegui, de Chile.

Unas veinticinco páginas dedicadas al relato, de las 104 que tiene la revista que pronto estará en red.

Los anteriores avances podéis consultarlos pinchando AQUÍ1 y AQUÍ2.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Resquicios, de Mariano Zurdo


Título: Resquicios


Autor: Mariano Zurdo
Género: Narrativa

Año Copyright: 2012

Si piensas que tu nueva y flamante puerta acorazada es infranqueable, ponla a prueba pasando una nota por debajo de ella. Así es la vida, una sucesión de puertas que creíamos cerradas, pero por cuyos resquicios se cuelan historias que vienen a alterar un presente más o menos rutinario.
Resquicios es una novela con forma de ovillo que los lectores tendrán que ir devanando con paciencia. Pero tranquilo, si el argumento se te hace un nudo no es que la estés leyendo mal, la culpa será del autor. El pobre es zurdo.

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Segundo avance del número 1 de Acantilados de papel



En este número, prácticamente cerrado, contamos con artículos literarios de Alejandro Jacobo Egea, alrededor del discurso histórico y el discurso ficcional en la poesía social española, poniendo como ejemplo a Jaime Gil de Biedma.

Irelfaustina Bermejo nos introducirá a las condiciones sociales y culturales que rodearon la obra de teatro El espectro.

Fernando López Guisado nos acercará a los mundos épicos, en un momento de recuerdo a quienes, en enero, celebran cumpleaños, Robert E. Howard y J.RR Tolkien.

104 páginas que pronto estará en red.

El abterior avance podéis consultarlo pinchando AQUÍ.

martes, 18 de diciembre de 2012

Por ti mujer, de Francisca M. Usero


Título: Por ti, Mujer


Autor: Francisca M. Usero
Género: Poesía

Año Copyright: 2010

Homenaje póstumo a Mari Trini, por la soprano y poeta Francisca M. Usero. Se trata de un libro con CD incorporado, con los poemas y canciones de la autora. Prólogo de Mª Rosario Segura- Pérez Muelas.

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Primer avance del nº 1 de Acantilados de papel



Ya os podemos adelantar algunos contenidos del que será el número 1 de Acantilados de papel, edición digital, que esperamos esté en red a partir del día 2 de enero de 2013.

La revista está siendo enmaquetada como si fuese a ser editada en papel, siguiendo la petición de algunos lectores y colaboradores de la misma. Tendrá 104 páginas y, ya os hemos informado que la portada- expectacular-, es de María José Villarroya Durá a la que, por cierto, felicitábamos ayer por su premio literario.

El tema central de este primer número es El dulce pájaro de juventud, y contiene artículos de Alberto Caride, que nos escribe sobre los últimos quince años de cultura en Murcia, es el encargado de abrir la revista. Lola Estal nos escribe en homenaje a su hermano Blas Estal, un artículo que, aunque iba a ser publicado en el número 30 de la difunta Ágora papeles de arte gramático, hemos querido reproducirlo íntegro por su valor histórico y sentimental. Pedro Pujante nos regala El arte no es morirse de frío en Murcia. Josefina Pérez Amorós escribe sobre el divino tesoro de la juventud en el cine.

En los próximos días seguiremos publicando avances de un número que esperamos cumpla con las expectativas.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Mª Carmen Pujante expone en Ceutí


Mª Carmen Pujante inaugura mañana, martes, 18 de diciembre, su nueva exposición, que lleva por título La inspiración de Omar, será a partir de las 20 horas en al Centro cultural de Ceutí.

La exposición se mantendrá abierta hasta el próximo 6 de enero, en horario de lunes a viernes, de 16 a 21 horas.

Mª José Villarroya Durá gana certamen literario en Jaén






El pasado 1 de diciembre se procedió a la entrega del premio de relato corto en el certamen literario Carmen de Michelena en Beas del Segura, Jaén. 

Nos alegra saber que María José Villarroya Durá, quien es la autora de la portada nº 1 de Acantilados de papel, fue la ganadora. Ella misma nos lo cuenta y dice que leyó la convocatoria en la extinta Ágora papeles de arte gramático, lo que nos place aún más, pues ese era nuestro objetivo al ir subiendo las convocatorias de concursos y certámenes literarios.

Enhorabuena, Mª José.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Es imposible matar a Narciso

Alejandro Pérez Guillén
Matar a Narciso
Ediciones Alfar. 2012

Cada libro es un misterio, en él mismo y, en el caso del que nos ocupa, lo es desde que llegó a mi buzón. Misterio respecto a quién me lo ha enviado, misterio sobre qué contendrá el paquete y, una vez abierto, lo es mientras acaricio la cubierta y la miro, misterio sobre su contenido.

¡Y qué os puedo desvelar sobre el misterio que encierra un poema! Ya sabéis, desconocidos lectores, que la poesía la carga una poderosa arma, como es un lápiz, una pluma... Porque el verso, un solo verso, puede contener todo cuando odia el déspota- y a las pruebas actuales de un gobierno contra el pueblo me remito-.

Ya el título nos adelanta una misión imposible: matar a Narciso. Inmediatamente recordé otro libro, leído no hace mucho, donde el mito de Narciso era protagonista, claro que allí, él, Narciso, se encontraba despeinado, algo ciertamente difícil, pero aquí el objetivo es matarlo y, según el dibujo de la cubierta, más aún: ahogarlo. Posiblemente en ese lago de aguas cristalinas donde se vio reflejado por primera vez.

Alejandro Pérez Guillén decide hacerlo en cuarenta y un poemas, divididos en tres partes.

En esos poemas el lector va a encontrar el misterio de un proceso personal, en el que recrea, una vez sí y otra también, su propio yo, charlando frente al espejo, ya que pronto descubre que no es posible matar a Narciso, ya no a él, al personaje, sino al mito y, con él, lo vivido, como una relectura de su vida, existencia joven, como el mito, que jamás envejecerá.

La poesía es, en este momento, y para Alejandro Pérez Guillén, una reafirmación de sí mismo y del viaje hacia adelante.

Las ilustraciones de Daniel Campuzano me parecen un compañero de viaje excelente a los poemas que las rodean.

Francisco Javier Illán Vivas

Una cuestión personal, un dilema moral

Kenzaburo Oé
Una cuestión personal
Círculo de Lectores, 1994

Una cuestión personal tenía todas las garantías para ser un libro que jamás terminase de leer. Por esa extraña costumbre mía de fecharlos, sé que comencé a leerlo en octubre de 1995, pero no pude pasar del primer capítulo.

Me quedé con Bird, el personaje, en la plaza, aguardando un taxi y viendo como su diente roto rebotaba en la acera, tras un escupitajo que no estuvo exento de sangre.

Pero hace unas fechas, el 3 de diciembre, buscando un libro para leer, me dije que debería conocer definitivamente qué ocurrió con él y averiguar si realizó su soñado viaje a África.

Puede que, como ocurrió cuando reseñé Cabo Trafalgar, todos los desconocidos lectores y lectoras de estos no tan abruptos Acantilados sepan qué ocurrió con la vida y el destino de Bird, pero no puedo evitar contar esta extraña aventura personal del joven japonés, profesor fracasado, aficionado al alcohol- batiendo récords de permanencia bajo sus efectos- quien piensa que sólo escapando a África le librará de una existencia vacía, sin sentido y, a la que si algo le sobraba, era la llegada de un hijo monstruosamente deformado por una hernia cerebral.

"La cabeza vendada, como Apollinaire..." es la impresión que le da su hijo, mientras le acompaña en la ambulancia que le lleva a un nuevo hospital donde podrán atenderle.

"En esta época que nos ha tocado, resulta difícil afirmar que haber vivido es mejor que no haberlo hecho", palabras que aún deben resonar en su cabeza, pronunciadas por su suegro, cuando se acercó a la universidad donde es profesor, a informarle de las circunstancias del nacimiento de su primer nieto.

Mientras su mujer está convaleciente en el hospital, y su hijo se debate entre la vida y la muerte en otro- y donde deciden darle agua con azúcar en vez de leche- él, Bird, busca a Himiko, una amante juvenil, y se sumerge en una búsqueda sin esperanza de alcohol y sexo, pierde el trabajo, se aísla de todo y decide que el bebé monstruo es su problema, es su cuestión personal.

Un bebé que significa el final de todos sus sueños, de sus esperanzas de una vida mejor, de escapar de la opresora sociedad del Japón de aquellos años y que le plantea, con maestra pluma el autor, un dilema moral y vital, cuyo desenlace sorprende mucho más.

Kenzaburo Oé nos desgarra con una desolación que casi hace nuestra, y nos salva a fuerza de perseverancia.

Francisco Javier Illán Vivas

sábado, 15 de diciembre de 2012

La verdad no es una letra perdida


Fernando López Guisado
La letra perdida
Ediciones Vitruvio, 2012


La letra perdida es un viaje, desde la lejanía, desde los desiertos habitables del silencio a las orillas de mares, ahora tranquilos, ahora tempestuosos, ahora acogedores, ahora rechazando lo que no es vida, pero siempre, siempre, traicioneros.

El poeta no tiene tiempo para hacerlo en el libro, pero en su voz, en su letra, en sus incursiones en redes sociales o bitácoras, nos habla pausado de esta experiencia, y reclama su papel en un mundo inhóspito, pero donde también reconoce islas, posiblemente pequeñas aún, pero confía que, con el paso del tiempo, las propias mareas de la falsedad que tiñe el mundo literario en general, vayan dejando posos en sus orillas y, de ellas, florezca una tierra acogedora.

Fernando López Guisado es un hombre grande, tal vez lo haya sido incluso para la barca que le llevó en una travesía personal a donde hoy se encuentra y el lugar donde sus poemas nos lo muestran, aunque no se siente seguro del todo a donde ha llegado, sí observa que, a pesar de la - aún- poca solidez del suelo que pisa, éste es cada vez más firme, por eso el poemario La letra perdida va ganando consistencia al tiempo que el lector avanza por sus versos.

La Verdad, ¿por qué busca el poeta algo que no existe? Porque forma parte de una generación que ha visto como todo se tambalea, como la mentira, la corrupción, el despotismo político dejan sin futuro a quienes no encuentran un camino bajo sus pies. ¿La Verdad? Él mismo nos lo recordará al final del texto: cuidado, siempre hay algo bueno y algo malo en La Verdad, ya que todo el mundo tiene una.

Sí, pero él, a través de estos cuarenta y cuatro poemas, como escalones de una pirámide azteca, nos lleva a mirar cuanto nos rodea con esperanza, tímida ella, recién nacida si quieres, pero esperanza, bajo los tilos, por que allí lo supo en el primer poema, aquí lo confirma, cogido de la mano, en el último.


Francisco Javier Illán Vivas